EL REINO DE LOS CIELOS

Si estamos hablando de la iglesia, ¿qué tiene que ver el reino en esta serie de artículos? Cuando Jesús estaba hablando con Pedro, en Mateo 16:18, le aclaró que iba a edificar Su iglesia sobre la confesión que Pedro acababa de hacer en Mateo 16:16; y en Mateo 16:19 le empieza a hablar del reino. La conclusión más lógica, a la cual podemos llegar, es que Jesús se estaba refiriendo a una misma cosa. Es decir que la iglesia y el reino son lo mismo. Los judíos siempre pensaron, y aun siguen pensando, al menos la mayoría, que el Mesías prometido va a establecer un reino físico. Cuando Jesús vino, algunos pensaron que eso es lo que Él iba a realizar. Por esa razón en Juan 6:15, después de que Jesús alimentó a los cinco mil varones, querían hacerle Rey. Jesús mismo, una y otra vez, les había dicho que Su reino no era físico sino espiritual. Cuando Jesús estuvo ante Pilato en Juan 18:36 le aclaró esta verdad diciendo: “Mi reino no es de este mundo; si Mi reino fuera de este mundo, Mis servidores pelearían para que Yo no fuera entregado a los judíos; pero Mi reino no es de aquí”. (énfasis añadido) Por esa razón nos dice Juan en su relato de Jesús, que a lo suyo vino y los suyos no le recibieron (Juan 1:11). La mayoría de los judíos rechazaron a Jesús por no haber llenado sus expectativas. Hasta el día de hoy hay muchos que piensan que Jesús no estableció Su reino en la tierra; vamos a ver que nos dice la Escritura de esto. La Biblia nos dice en Marcos 9:1 que el reino iba a llegar en la vida de los apóstoles de Jesús (solamente Judas Iscariote estaría muerto). Mas adelante Pablo nos dice que él, como los que obedecieron el evangelio en la ciudad de Colosas, ya estaban en el reino (Colosenses 1:13). (énfasis añadido) También el apóstol Juan en Apocalipsis 1:9 nos aclara lo mismo diciendo: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino…”. (énfasis añadido) Si la Escritura nos enseña que el reino se estableció en el primer siglo, ¿quienes somos nosotros para decir otra cosa? La única manera en la que podemos conciliar esta idea es aceptando que el reino y la iglesia son lo mismo, ya que eso es lo que la Escritura nos enseña con claridad.